Los puntos de acumulación de objetos son siempre los mismos, vayas donde vayas. Como cuando cenas en casa de alguien y abres el primer cajón en búsqueda de un tenedor. Y lo encuentras. Pues lo mismo sucede con la acumulación. Es curioso pero todos tenemos tendencia a acumular objetos en los mismos rincones de nuestras casas.
Así que como en este blog seguimos teniendo muy claro nuestro objetivo minimalismo, de vez en cuando está bien dar un buen repaso a esos puntos conflictivos para saber identificarlos. Por eso hoy os traemos a los mejores, los más fuertes, los más altos y los más guapos. A la élite de los puntos de acumulación… y las soluciones para combatirlos.
CAJÓN DEL BAÑO
Y aquí debería sonar un “ta-cháaaan” como una catedral. Porque bien sabe el cielo la de pequeñas cositas que vamos acumulando en este espacio: horquillas y prendedores, medicamentos ya caducados, maquillaje de los 80, esa crema exfoliante que te deja la piel como el desierto de Arizona… No es necesario. De verdad.
Solución: Saca todo y decide. Si no está en buen estado, recíclalo. Si todavía puede tener una segunda vida reutilizalo, dónalo o regálalo. Y para finalizar ¿recuerdas el truco infalible para tu limpieza minimalista? Pues eso 😉
CAJÓN “DE LOS DOCUMENTOS”
Y cuando digo de los documentos podría decir de las entradas a museos, tarjetas de visita, post-it con información para salvar el planeta y tickets de la compra. Tú y yo sabemos que la próxima vez que vayas a Londres no vas a rebuscar por toda la casa ese mapa de metro del 2006 que lleva años en el fondo del cajón. Así que…
Solución: Bloquea un par de horas de una tarde de lluvia de las que están alegrándonos la vida últimamente en Madrid, ponte música relajante y separa los documentos útiles de los no-tan-útiles. Destina una carpeta o separador para guardar y ordenar todos aquellos papeles que quieras conservar y recicla los demás. Y ya sabes, la nostalgia no es buena compañera de la acumulación.
ENTRADA
Dejar el correo, la cartera, las llaves y el móvil en la entrada es una solución muy práctica para evitar que la acumulación entre la casa, pero con un poco de control. A menudo sucede que, al ser la primera superficie que encontramos tras pasar la puerta, la entrada actúa como un imán de desorden donde dejamos todo aquello que no sabemos donde poner.
Solución: ¡Apartados! Divide tu entrada en pequeños apartados, que además no tienen por qué ser visibles. Por ejemplo, en una superficie plana puedes poner un platito para las llaves y las monedas, y destinar una esquina para el correo y otra para el móvil y la cartera. Lo que no entre en ninguno de estos apartados simplemente no tiene lugar en la entrada.
Más sobre combatir la acumulación en casa aquí: La casa minimalista: 10 trucos para luchar contra la acumulación y aprender a vivir con lo imprescindible
P.D. Y tú ¿coincides en el diagnóstico de estos puntos de acumulación o tienes otros lugares que te llevan de cabeza? ¡Cuéntanoslo!
*Foto de portada: Unsplash