¿BUSCAS INSPIRACIÓN PARA UNA VIDA SIMPLE?

¡Suscríbete a la newsletter y recibe todas las entradas por e-mail!


 

EL MINIMALISMO SIN CONCIENCIA NO TIENE SENTIDO

Desde hace unos meses llevo observando que el minimalismo y el vivir con menos en general están viviendo una época dorada. Cada vez se valora más las experiencias y el tiempo antes que las posesiones o el estatus y esa es una noticia por la que no puedo más que alegrarme.

 

Sin embargo, este auge del vivir con menos ha traído consigo una oleada de minimalismo mal entendido. Una tendencia que, según mi opinión, tiene el peligro de ser tan potente como pasajera, con el riesgo de que su mensaje cale tan hondo que los principios básicos de este modo de vida queden relegados a un segundo plano.

 

Estoy hablando de un minimalismo estético que busca tener menos simplemente por tener menos, o por conseguir una casa ordenada o porque todo queda mucho más bonito con menos posesiones. Ojo, no niego que éstas últimas son sólo un ejemplo de tantas buenas consecuencias de llevar una existencia minimalista, pero no deberían ser la causa última para defender esta filosofía de vida.

 

Y como me parece que el minimalismo no debería ser una moda del momento sino otra manera válida de cambiar las cosas, he decidido escribir esta pequeña lista nombrando las diferencias más importantes entre ambos. Porque creo que puede ser útil, pero sobre todo porque me gustaría que la visión del minimalismo que prevalezca sea la más positiva para las personas que quieren vivir con menos y para la sociedad en su conjunto.

 

 

MINIMALISMO CON CONCIENCIA VS. MINIMALISMO MAL ENTENDIDO

El minimalismo con conciencia busca crear un cambio en nuestro estilo de vida, pero también un cambio social al negarse al consumismo que a la vez genera tantos problemas sociales y medioambientales en nuestro planeta.

El minimalismo mal entendido consume esta filosofía de vida como una tendencia más.

 

El minimalismo con conciencia piensa en el ciclo de vida de cada objeto antes de deshacerse de él, así como en las múltiples opciones de reutilización con el objetivo de evitar un impacto en el planeta.

El minimalismo mal entendido piensa en tirar lo que ya no sirve o no nos gusta sin pararse a pensar en las consecuencias de este acto en nuestro entorno.

 

El minimalismo con conciencia asume la responsabilidad como consumidor cuando es necesario obtener algo nuevo.

El minimalismo mal entendido no piensa en las condiciones en las que un artículo ha sido creado antes de comprarlo.

 

El minimalismo con conciencia prefiere reutilizar antes que adquirir.

El minimalismo mal entendido prefiere reemplazar y desechar antes que reutilizar.

 

El minimalismo con conciencia busca vivir con menos para vivir mejor.

El minimalismo mal entendido busca lo mismo, pero al no modificar su visión sobre el consumismo, raramente lo consigue.

 

Quizá estás de acuerdo con estas afirmaciones, o crees que le faltan matices, o por el contrario tienes una visión totalmente diferente de la vida minimalista. Sea cual sea tu opinión, me encantaría leerla. ¿Me la cuentas en comentarios?

 

P.D. Y tú ¿qué piensas del minimalismo con conciencia?

 

Compartir es vivir! Si te ha gustado este post, compártelo en tus redes sociales 😉

17 comentarios

  1. Yolanda
    septiembre 20, 2017

    Totalmente de acuerdo contigo. El minimalismo se ha convertido en tendencia y en moda, y ya sabemos que todo lo que huele a «tendencia» es absorbido por la sociedad consumista como un objeto más para consumir. Es lo que se lleva, pues yo lo hago, asi ademas alivio un poco mi conciencia pensado que es bueno para mí y el medioambiente. Bien traido tu artículo. Un abrazo.

    Responder
    • Alba
      septiembre 20, 2017

      ¡Gracias Yolanda! La verdad es que es un tema que hace tiempo que quería sacar por eso mismo, porque me parece un peligro que el minimalismo se convierta en como dices, un objeto más para consumir. ¡Un abrazo y gracias por tu comentario!

      Responder
  2. Victor
    septiembre 20, 2017

    Estoy totalmente de acuerdo, pero es que esto pasa con casi cualquier tipo de corriente que en mayor o menor medida vienen de tiempo atrás para quedarse y aportar beneficios a nuestras vidas, se crean modas consumistas de todas ellas y cómo no estés atento, te dejas llevar por esa moda. Sin ir más lejos a mí me ha pasado recientemente, adquirí un teléfono hace unos meses cuando el anterior dio sus últimos envites, me compré un iPhone (por diferentes razones y necesidades me decanté por este) resulta que a los meses he estado a punto de venderlo por el mero hecho de pasarme a un android más sencillo y básico, más barato pero claro, con este que ya tengo hago todo, lo llevo todo y bien ordenado… que prima antes la moda o la necesidad real, porque la real es que no me hace falta e incluso este terminal me simplifica mucho todo lo que al mundo digital se refiere, informáticamente hablando soy bastante desordenado y necesito un sistema que canalice mi desorden, he sido usuario de sistemas operativos de varios sabores y me conozco bien, es decir, que la moda me llevaría a vender este terminal y llevar uno más sencillo pero el razonamiento me lleva a no cambiarlo por simples factores como el explicado anteriormente y además de que todo apunta a que este me puede durar bastante tiempo.

    Ese tema lo puedo extrapolar a mi ordenador, kindle… si el que tengo va bien y lo tengo más que optimizado a mi estilo de vida que es más o menos minimalista en la medida que me es posible, para que cambiar solo por ser más guay-minimalista? Por eso creo que una premisa básica en todo esto es la pregunta de:

    Es necesario ese cambio/compra/venta?

    Un saludo!

    Responder
    • Alba
      septiembre 20, 2017

      ¡Hola Víctor! La última pregunta es la base de todo. Al final basándonos en necesidades reales todos necesitamos muchísimo menos de lo que tenemos, pero estar al día con eso implica autoanalizar tu modo de vida de manera continua. Una vez que estás en ello ya lo haces de manera casi inconsciente, pero al principio tiene que ser un ejercicio de consciencia (y conciencia). ¡Un abrazo!

      Responder
  3. Patricia bravo
    septiembre 20, 2017

    Gol Alba como t com te m.encanta leerte..L verdad no voy a mentir al principio n tenía muy claro por donde empezar y seguramente algo haría mal..o lo entendería mal…hoy cada vez leo más sobre esto y voy afianzando mis pasos en cuanto al consumo responsable..dinparte de la ropa q no me ponía a buenas causas y otra parte a hym que tienen una labor de reciclar la ropa y trabajan con múltiples ONGs..Y estoy eliminando en plástico de mi casa y sustituyendolo por cristal…poco a poco voy avanzando pero estoy de acuerdo contigo de q aveces esta manera de vivir no es con conciencia para algunas personas.un saludo

    Responder
    • Alba
      septiembre 20, 2017

      ¡Hola Patricia! No es que haya un minimalismo que lo hace «mal» y otro «bien». Al menos yo opino que somos personas diferentes con necesidades diferentes y no se es mejor o peor minimalista por tener x posesiones más o menos que el otro. Otra cosa es el tema de la conciencia, y ahí sí que me parece que alguien que quiera empezar con el minimalismo lo tiene que tener claro. El vivir con menos no debería ser una moda que desechar en unos años, es un estilo de vida más consciente para mejorar nuestra vida y la de los demás. ¡Gracias por comentar!

      Responder
  4. Lucía
    septiembre 20, 2017

    ¡Buena reflexión! Uno de los puntos es lo que a mí me está suponiendo el mayor reto de vivir con menos, y es ese reuso de cosas que durante un tiempo no he necesitado y luego, de pronto, sí puedo darles utilidad.

    Responder
    • Alba
      septiembre 20, 2017

      ¡Hola Lucía! Sí, ese sin duda es uno de los puntos más conflictivos del minimalismo, sobre todo de cara al medio ambiente. Yo soy partidaria de guardar las cosas que sabes que vas a necesitar a corto plazo y donar, regalar o vender el resto, esos objetos que no estás segura de si necesitarás otra vez algún día. En caso de que lo vuelvas a necesitar siempre puedes pedirlos prestados, alquilarlos o comprarlos de segunda mano. Pero bueno, cada objeto debería ser analizado de manera individual y es un proceso muy personal porque también depende de tus propias necesidades. ¡Gracias por comentar!

      Responder
  5. Rocio
    septiembre 20, 2017

    Hola Alba,

    Creo que lo has explicado muy bien y que hay dos tipos e minimalismo, desde mi punto de vista, el minimalismo no siempre esté asociado con la sostenibilidad, pues al final tiene que ver con el propósito que tiene detrás… y hay gente que su único propósito es su único beneficio sin mirar más allá. De hecho en mi caso lo primero que me llego sobre minimalismo era de ese estilo y no me convencían mucho, hasta que encontré blogs como el tuyo, que desde mi punto de vista si tiene esa consciencia ambiental y visión más global.

    Si la gente se une a este tipo de cosas por modas, pues algo es algo, aunque no es lo ideal… ojala fuera una moda que no pasa de moda… un evergreen como dicen los anglosajones .

    Saludos y buen miercoles.

    Responder
    • Alba
      septiembre 20, 2017

      ¡Hola Rocío! Lo bueno de que sea una moda es que llega a más gente, pero si el mensaje que llega está desvirtuado al final no sé que es peor… ¡Un abrazo!

      Responder
  6. Bea
    septiembre 20, 2017

    Qué buena reflexión. Recuerdo que conseguí el libro de Marie Kondo desde Estados Unidos y, aunque me gustó mucho, me pareció muy peligroso aquello de tirar sin ton ni son que pudimos ver replicado en shows norteamericanos emitidos en España. Cajas y cajas a la basura y gente que lloraba por desprenderse de sus cosas. No por causar tanto desperdicio. Al final tenían a personas doloridas porque habían sacado las pertenencias sin librarse antes del apego así que es normal que dieran pasos atrás pasado el programa y volvieran a acumular. Creo que el minimalismo solo funciona si se conecta con la parte emocional del desapego físico. Gracias por tus textos, Alba.

    Responder
    • Alba
      septiembre 20, 2017

      ¡Hola Bea! Sí, eso del tirar sin pensar en consecuencias es uno de los peligros del minimalismo mal entendido. Es muy interesante lo que dices sobre la parte emocional, que yo creo que se va trabajando en el proceso y siguiendo nuestros propios ritmos. ¡Un abrazo y gracias por comentar!

      Responder
  7. Patricia bravo
    septiembre 20, 2017

    De nada lo comentó encantada porque m.interesa el tema no m quería referir a que hay un minimalismo mejor o peor me refiero a que siempre m han criado en la Abundancia y cierto es q cuando planteé cambiar mi vida en sentido de que necesito mucho menos de lo q tengo a todos los niveles no m refiero a ropa me refiero q puedo ser feliz con cosas q están están a mi alrededor un paseo con mis hijos,una merienda en un parque un día de playa una escapada al campo..Y no hace falta q sean grandes cosas..entonces empecé a iteresarmenporn todo esto porque me sentí intoxicada de todo de tener tanto de todo y siempre querer más..ahora soy más feliz..Y lo q hago m llena incluso soy mas pausada en casa..ha mejorado todo encasa reciclamos y miramos mas por las cosas y despues de todo decidimos hacer lo del armario capsula este año para nosotros y cua.do veamos q tal.lo haremos para los peques.

    Responder
  8. Sandra Moreno Marti
    septiembre 20, 2017

    A menudo buscamos un sentido a la vida, alguna dirección que nos permita luchar por nuestras creencias y que a la vez nos permita estar en paz. Lucha y paz, en el sentido más constructivo.
    Ése creo que es un buen equilibrio, aunque hay personas que lo logran a través de la transformación social, el ideal de la revuelta… y otros bajo la rutina pacífica y el refugio que da pensar «que cada palo aguante su vela».

    Dentro de la búsqueda las personas pasamos por etapas, profundizando más o menos en ellas. Conozco personas que por ejemplo, se han sumergido tan a fondo con el Feng Shui que ahora les permite poder vivir de ello (en el fondo tambien es comercializar con el conocimiento).

    Vivir con menos para mi es de cajón. Es como una realidad de esas que cuando la practicas, te das cuenta de las tonterías que una ha hecho hasta ahora. Parecido a cuando dejas de fumar despues de tanto tiempo quemando la salud.

    Pero somos tan vulnerables y tantas las tentaciones…

    Sandra Moreno

    Responder
    • Alba
      septiembre 21, 2017

      ¡Gracias Sandra por tu comentario! Efectivamente el minimalismo puede ser tomado de esas dos maneras: búsqueda de felicidad y búsqueda de cambio social. Yo personalmente creo que no son incompatibles, y que de hecho son muy buenos complementarios. ¡Un abrazo grande!

      Responder
  9. Lucia
    noviembre 6, 2017

    Hola! Estoy totalmente de acuerdo con el minimalismo como forma de vida y reciclar todo aquello que se pueda . Soy madre de tres niños y me paso la vida dando y recibiendo ropa de niños, reutilizando todo aquello que aún tiene vida y dándole ese toque personal. Vivir con menos es toda una tarea en el mundo en el que vivimos y saber decir que no a la negación consumista tambien . Enseñar a nuestros hijos que más vale ser que poseer es tambien un trabajo diario. Reciclar, controlar el agua de las duchas o simplemente reutilizar son cosas que deberíamos tener tatuadas en la conciencia . Gracias por tu blog, me encanta.

    Responder
    • Alba
      noviembre 6, 2017

      ¡Gracias Lucía! Como bien dices vivir con menos (y enseñar a nuestros peques a valorarlo) es una tarea diaria pero que merece muchísimo la pena. ¡Un abrazo!

      Responder

Deja tu comentario

Tu correo electónico no será publicado. Los campos obligatorios estan marcados con un *