Como ya sabéis, hace ocho meses decidimos empezar a reducir el uso del plástico en casa. Lo hicimos principalmente por una razón: evitar generar residuos que la naturaleza no puede asumir.
A lo largo de estos meses nos hemos dado cuenta de lo fácil que es cambiar hábitos que tenemos tan interiorizados que nos parecen inamovibles. Pasar de las bolsas de plástico a las de tela, ir con nuestros propios recipientes al mercado, o dejar de comprar botellas de agua llevando una botella reutilizable encima.
Este tipo de hábitos no han supuesto cambios drásticos en nuestra manera de vivir, de alimentarnos o de pasar nuestro tiempo de ocio. No hemos dado un giro total a nuestra vida. Seguimos haciendo lo mismo, en los mismos lugares y con la misma gente pero de manera más consciente. Y no os imagináis el potencial de estas pequeñas acciones para mejorar nuestro entorno.
El otro día, sin ir más lejos, empezamos a calcular cuántas veces por semana sacamos la basura, y nos dimos cuenta que desde que empezamos a reducir el plástico sólo necesitamos tirar los residuos de este material al contenedor amarillo una vez cada dos semanas, cuando antes necesitábamos deshacernos de ella cada 2-3 días aproximadamente. Lo que quiere decir que, sin hacer cambios drásticos en nuestro modo de vida, los desechos de plástico que generamos han pasado de ser la mayor parte de nuestra basura a ocupar una cantidad residual en nuestros cubos.
Además, el 95% de ese plástico proviene de los tetra briks de leche, para los que de momento no hemos encontrado alternativa. lo que nos hace pensar que si algún día encontramos este producto en envases reutilizables (en la tierruca hay máquinas dispensadoras de leche fresca pero en Madrid no hemos encontrado) ¡Sacaríamos la basura de este material cada 6 meses, o cada año!
¿Os imagináis que revolución habría si todos hiciéramos lo mismo? ¿Os podéis hacer una idea de cuánta cantidad de plástico ahorraríamos al planeta? ¿No es una noticia genial que esté al alcance de nuestra mano reducir los residuos de este material de manera tan tajante y con sólo proponérnoslo? Esa es la razón por la que estamos tan contentos, porque nos estamos dando cuenta de que es posible.
De todos modos, el camino todavía no ha terminado. Aún quedan pequeñas hábitos que modificar para intentar reducir nuestra huella plástica al máximo.
HÁBITOS QUE NOS COMPROMETIMOS A CAMBIAR
1. Pasarme a las toallitas limpiadoras reutilizables
¡Tarde pero conseguido! Después de comprometerme a hacer mis propias toallitas, varios desastres DIY y darme cuenta de que la costura no es lo mío, ¡tengo en mi poder un maravilloso set de toallitas limpiadoras de algodón ecológico! Es cierto que son un poco más ásperas (al fin y al cabo es tela) pero de momento me funcionan muy bien y no echo de menos los parches de algodón.
2. Adelantarnos a los camareros y decirle no a la pajita
¡Conseguido! Como nuestros primeros intentos no tenían éxito porque siempre llegábamos tarde y la pajita ya estaba en el vaso, hemos tenido que desarrollar dotes de velocidad. Ahora pedimos un gintonicdeseagramsnomuycargadoysinpajitaporfavooooor. Tip: Especialmente importante en bares de copas y cafés que sirvan batidos y zumos 😉
3. Encontrar un estropajo que no esté hecho de materiales plásticos
¡Conseguido! Como nos va el experimentar, en vez de comprar una esponja de luffa hemos adquirido un cepillo de madera que además le da un aire muy campestre a nuestra cocina. Y la verdad es que funciona genial con platos, ollas y sartenes, pero deja mucho que desear cuando se trata de limpiar cubiertos. Seguiremos experimentando pero creemos que la combinación cepillo-esponja de luffa va a ser la mejor. Os iremos contando.
4. Intentar evitar el plástico en los cosméticos
Conseguido a medias. Ay, ay, ay, ya os dije que esto estaba complicado y eso que mi «rutina de belleza» es muy sencilla. Limpiar, hidratar, proteger del sol, de vez en cuando exfoliar, y cuando me pongo coquetona un poco de eyeliner, rimmel, pintalabios y pintauñas.
Como os contaba el otro día, como exfoliante uso azúcar, y gracias a vuestros comentarios y sugerencias en el blog y en facebook he descubierto varias marcas que comercializan productos ecológicos en vidrio, como limpiadoras o cremas hidratantes faciales. Así que en cuanto acabe las que estoy utilizando voy a probar alguna y ver qué tal me va. Sin embargo, todavía no encuentro solución para la crema protectora de sol, que para mí es un básico, ni para el resto de cosméticos. He leído que puedes hacer tu propia loción solar casera con óxido de zinc pero me da un poco de respeto ¿alguno habéis intentado hacerla? ¡Contádnoslo en los comentarios!
OBJETIVOS PARA LOS PRÓXIMOS DOS MESES
1. Decir adiós a la bayeta sintética
En casa cocinamos mucho, lo que se traduce en que tenemos que estar limpiando y cambiando de bayeta de manera constante. Nos gustaría encontrar una alternativa sin compuestos de plástico, duradera y útil. ¿Alguna idea?
2. Dejar de utilizar bastoncillos para los oídos
Son poco saludables y constituyen una cantidad de plástico ingente, que además, no se puede tirar al contenedor amarillo. ¡No nos faltan razones para eliminarlos de nuestro cuarto de baño!
3. Reducir los productos de higiene íntima con plástico
Y decimos reducir y no eliminar, porque muchas veces es casi imposible que este tipo de productos no lleven plásticos. Por ejemplo, todavía no hemos encontrado un papel higiénico que no se comercialice envuelto en este material. Así que ¡a investigar se ha dicho!
¡Y esto es todo! Lo que hemos conseguido desde agosto y lo que nos comprometemos a cambiar para diciembre. ¡Qué ganas de empezar!
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*Foto de portada: Unsplash
P.D. Y tú ¿has empezado ya a reducir tus plásticos? ¿cuáles te están resultando más fáciles de sustituir? ¿y cuáles se te están resistiendo?
Judit
octubre 23, 2016Gracias por el post Alba! Desde que te le en casa también hemos empezado nuestro partícular camino hacia una vida sin plástico. Aunque aquí algunas cosas se complican, como comprar a granel (no hay tiendas con productos a granel!!!) hay otras que ya hemos conseguido. Te quería hacer una pregunta, nos puedes facilitar las marcas de cosmética de las que hablas? Para mi también está siendo difícil este punto… y aprovecho para comentarte que existen bastoncillos de algodon hechos con papel reciclado y algodón orgánico, quizás en España se pueden encontrar también y te són útiles ☺️. Un abrazo!
Alba
octubre 23, 2016Hola Judit! Pues claro 🙂 una lectora me habló de Matarrania. Todavía no he probado nada de ellos pero tienen cremas hidratantes y limpiadoras faciales. Lo que no tienen es crema solar. Otra lectora me recomendó lush, porque parece que tienen maquillaje sólido, pero sólo he encontrado una barra de maquillaje corporal (cosmético que no utilizo). Finalmente, otra persona me recomendó utilizar pasta de khol con un aplicador de madera en vez de eyeliner o si no utilizar un simple lápiz de ojos que, aunque no queda igual, con maña y paciencia puede quedar parecido y se puede comprar en cualquier lado. Como te digo, con esto de los cosmeticos voy poco a poco y descubriendo, ¡pero espero haberte ayudado! Un abrazo
Rosario
octubre 24, 2016Hola,
Enhorabuena por el blog. Yo también intento reducir como puedo el uso de plástico. En cuanto a cosmética, una simple pastilla de jabón ecológica es suficiente para desmaquillar cara y limpiar el cuerpo. Llevo años usando jabón de Alepo y estoy muy contenta. En la cocina, una de las cosas que me produce más satisfacción es hacer yogur casero (no es necesario yogurtera, simplemente con el calor residual del horno), a parte de estar delicioso, no se llena la basura con tanto vasito.
Alba
octubre 25, 2016Hola Rosario! Gracias por tu comentario. Mi problema con los jabones para limpieza de cara es que tengo la piel muy seca y se me irrita enseguida. En cuanto al yogur ¿puedes compartir cómo lo haces? ¡Me parece genial poder hacerlo tú misma en el horno! Un abrazo
Patri y Fer
octubre 27, 2016¡Hola Alba!
¡Qué bien! Nos gusta mucho leer como poco a poco habéis ido introduciendo cambios y como van tomando forma. Además, nos encanta escuchar eso de «nos hemos dado cuenta de lo fácil que es cambiar hábitos que tenemos tan interiorizados que nos parecen inamovibles». Es muy cierto, ¿a qué es más sencillo de lo que a veces parece? Sólo hay que crear un hábito nuevo.
Con respecto a la leche en Madrid solamente conocemos un sitio que vende leche a granel, el Cántaro Blanco. Está en la calle Manuela Malasaña, no se como te pillara esa zona. También puedes encontrar leche embotellada en vidrio en herbolarios y tiendas de alimentación natural, pero es bastante más cara al precio al que estamos acostumbrados.
Con respecto al estropajo, hemos comprado recientemente uno de luffa. Es mucho más fuerte que la esponja, que ya teníamos. Ya te contaremos que tal va, pero creemos que nos va a gustar.
¡Abrazos!
Alba
octubre 27, 2016¡Hola chicos! Muchísimas gracias por la recomendación para encontrar leche a granel ¡en cuanto encontremos un rato nos vamos para allá! Y acerca del estropajo de luffa, esperamos vuestras impresiones 🙂 Un abrazo fuerte
Macu
octubre 27, 2016¡Hola! Enhorabuena por los progresos. Para el sol echa un ojo al aceite esencial de pepita de zanahoria, tiene un factor 40 o así y con unas gotitas en un aceite conductor ya tienes un protector solar que además puedes añadir a todos tus productos. Mi principal problema es el champú, los chapús sólidos tienen sulfatos y tengo dermatitis, si los uso me arde la cabeza pero ¡encontraré uno! De momento los cojo eco, vegan y con un bote bonito y reutilizable. Un saludo y a seguir con este genial proyecto.
Alba
octubre 27, 2016¡Hola Macu! Gracias por los tips 🙂 Y suerte en la búsqueda de un champú sólido sin sulfatos. Si encuentro alguno te lo haré saber. ¡Un abrazo!
Laura
noviembre 1, 2016Hola Alba! qué bien leer más ideas para cambiar el mundo!! en ello estoy yo también.
Decirte que existen bastoncillos para los oídos con el palito de papel. Yo compré una cajita (de cartón también) para mi familia. No recuerdo en qué web fue pero si buscas en cualquier página de productos eco, seguro que los encuentras. Por cierto, que ayer vi también en un supermercado pero eran infantiles y la caja de plástico
Un saludo
Alba
noviembre 1, 2016¡Hola Laura! Muchas gracias por la recomendación 🙂 Un abrazo fuerte
Luisa Sanchez
noviembre 10, 2016Hola, yo también estoy en el camino por la vida sin plástico…pasito a pasito…por lo pronto en casa hemos dejado de tomar leche…asi que ya no hay tetra briks que botar… yo por mi parte he dejado de usar esmaltes (en Peru no venden esmaltes ecologicos), bastoncillos para los oidos (por aqui solo venden los chinos que ademas vienen en empaque plastico) y en vez de comprar reacondicionadores para el cabello, ahora uso aceite de coco y este viene envasado en vidrio….(el aceite de coco tambien sirve para quitar hasta el maquillaje a prueba de agua, asi que ahora tampoco compro desmaquilladores envasados en plastico). Espero poco a poco ir cambiando algunos habitos….se que alguno seran mas dificiles que otros…pero continuaremos con la lucha. Besos!
Alba
noviembre 13, 2016¡Hola Luisa! Gracias por tus consejos y seguimos intentando una vida sin plásticos 😉 ¡Un abrazo fuerte!
Raul
diciembre 26, 2016Hola, yo para el tema de los platos, en vez de estropajo verde utilizo estropajo de esparto, se encuentra en cualquier chino, está fabricado en España, al utilizarlo las primeras veces suelta algo de hebras, pero luego se hace más blando con la humedad, lo mejor que tiene es que huele a heno recien cortado siempre, incluso despues de mucho uso, y es como que no se mancha. Tener cuaidado de no dejar muchas hebras que atasquen el fregadero.
Alba
diciembre 26, 2016¡Hola Raúl! Qué casualidad porque precisamente en el post «10 meses reduciendo el plástico en casa» hablaba del estropajo de esparto para limpiar el baño. Gracias a tu sugerencia también lo probaremos en la cocina ¡Gracias por comentar! Un abrazo
Raul
diciembre 30, 2016Gracias, Al principio está duro, y es incómodo, pero aguanta que enseguida se hace manejable. Otro problema es que retiene menos el jabón, el resto perfecto.