Cuando se me ocurrió la idea de hacer un post sobre cómo adecuar nuestra casa de alquiler para hacerla más sostenible, empecé a investigar sobre el tema y me di cuenta de lo poco que sabía de eficiencia energética. Por eso, como no está bien hablar de lo que una no sabe, le he pedido unos consejos sobre el tema a un verdadero experto: Javier Manzanero.
Javier es arquitecto, experto en edificios de consumo casi nulo, eficiencia energética y bioarquitectura, y además de todo eso escribe posts más que interesantes sobre arquitectura sostenible en el blog ECOesMÁS. Así que si vivís de alquiler y queréis que vuestra casa sea lo más verde posible ¡no os lo perdáis!
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Cuando alquilas una vivienda la alquilas con todas sus virtudes y sus defectos, y es evidente que con el paso del tiempo sabrías enumerarlos muy claramente. Entre esos defectos, suele haber problemas de confort que redundan en tu bienestar y, aunque puede que no lo hayas pensado mucho, también redundan (y mucho) en el medio ambiente.
Por eso quiero compartir unas sencillas maneras de tener un piso o vivienda de alquiler más sostenible y confortable. La sostenibilidad tiene por definición tres patas: la economía, el medio ambiente y la salud, y como podréis ver, cada una de estas medidas afecta de una manera u otra a esos tres aspectos… y en todo caso mejoran tu sensación de bienestar en un lugar tan importante como es tu casa.
1. Evita entradas de aire indeseadas
Las ventanas y puertas de muchas viviendas presentan infiltraciones que provocan corrientes de aire incómodas provocando pérdidas térmicas y mayor consumo en calefacción y climatización. Por lo tanto es importante repasar el sellado del encuentro entre la carpintería y el cerramiento de obra, y añadir burletes en el espacio inferior de las puertas de acceso desde la calle. Para las ventanas un sellado sencillo con silicona es suficiente para notar una mejora relevante, ¡pero un acabado decente a la vista dependerá de la maña de quien lo ejecute!
2. Elige pinturas ecológicas a la hora de renovar el color de cada estancia
Las pinturas ecológicas no emiten sustancias nocivas ni en su aplicación ni a lo largo de su vida útil, por lo que desde el punto de vista de tu salud y del medio ambiente deberían ser la única opción. Pintura a la cal, al silicato o de arcilla son las opciones más habituales y su precio, en proporción no es muy elevado. En cualquier caso, al menos busca pinturas base agua con la ecoetiqueta europea EcoLabel, para asegurarte un contenido en sustancias nocivas mínimo.
3. En verano aprovecha el enfriamiento gratuito y utiliza ventiladores de techo
Cierra las ventanas y las persianas durante el día en verano, y ábrelas por la noche para aprovechar al máximo la bajada de temperaturas y acumular ese “fresco” en el interior. Y mucho dirán “si me encierro en casa me ahogo”… la solución a esa sensación está en colocar ventiladores de techo que permiten que el aire interior se mueva, aumentando la velocidad de evaporación en nuestra piel y obteniendo una sensación de confort difícilmente alcanzable sin aire acondicionado en lugares con niveles de humedad altos.
4. Compra muebles de madera natural o reaprovecha muebles antiguos
Actualmente los muebles convencionales se fabrican con tablero aglomerado el cual contiene altos niveles de formaldehido, una sustancia cancerígena que se libera lentamente a lo largo de tiempo y respiramos en casa. Ese característico olor a mueble nuevo es en realidad olor a formaldehido. Por eso es recomendable usar muebles de madera (de origen responsable) o muebles antiguos que ya hayan liberado la mayor parte del formaldehido que contienen, evitando contaminar el aire que habitualmente respiramos.
5. En invierno levanta persianas de las ventanas más soleadas y bájalas totalmente por la noche
Aprovecha el calor de la radiación solar captándola en las ventanas que están expuestas al sol y por la noche baja las persianas para retener al máximo ese calor. Las ventanas son el punto más débil en lo referente a pérdidas térmicas y por eso bajando la persiana reducimos las pérdidas por radiación a través de ellas.
6. Utiliza productos de limpieza naturales o con ecoteiqueta
¿Te has planteado qué llevan los productos para fregar suelos, lavar la ropa o limpiar el baño? Está claro que suele tratarse de productos agresivos y tóxicos, algo no muy deseable ni para ti ni para el medio ambiente. La solución es sencilla: utiliza productos naturales o con ecoetiqueta (EcoLabel es la más habitual). Pueden encontrarse en supermercados convencionales y su precio sigue siendo similar.
7. Coloca el felpudo más grande que puedas
¿Sabías que colocando 3 metros de felpudo en la entrada de cualquier edificio el 98% de las sustancias que llevamos en los zapatos quedan retenidas en él, evitando la entrada de contaminantes, alérgenos y suciedad en casa? Por eso es importante colocar el felpudo más grande posible en el acceso a nuestra vivienda. En unos casos es más fácil que en otros, pero es importante ser conscientes para aumentar esa barrera física. Además su mantenimiento es fundamental y por supuesto, es preferible que utilices felpudos de fibra de coco natural.
En realidad todo consiste en usar el sentido común, algo que nuestros antepasados solían hacer con normalidad, pero que los avances tecnológicos y nuestra comodidad tiende a alejar de nuestras vidas. ¿te atreves con estos cambios?
P.D. Y tú ¿qué medidas utilizas en tu casa de alquiler para hacerla más sostenible? ¿nos lo cuentas?
*Foto de portada: Unsplash