Los que vivimos de alquiler sabemos que puede ser complicado llegar a sentirte como en casa en una nueva vivienda. Bien por la idea de que el alquiler es una solución temporal, o bien porque no podemos hacer todos los cambios que desearíamos en la decoración o el estado de la vivienda, muchas veces abandonamos la idea de hacer de nuestro espacio un hogar.
Sea por la razón que sea, a veces se nos olvida que, por muy de alquiler que sea, nuestra casa puede ser un hogar y un espacio que sintamos propiamente nuestro. Mientras paguemos nuestra renta cada mes y respetemos los términos del contrato, nuestra casa de alquiler es simplemente eso: nuestra casa. El lugar que nos acoge cada día, un refugio donde disfrutar de las buenas experiencias y recuperarnos de la malas y, sobre todo, un sitio en el que nos sentimos a gusto.
Por eso, hoy comparto los seis elementos que me han funcionado en esta situación, para que no tengamos excusa a la hora de convertir nuestra casa de alquiler en un verdadero hogar:
1. Compañía
Una casa nunca podrá ser un hogar si no la llenamos con personas a las que queremos: cenas con amigos, cumpleaños, tardes de café y conversación… una casa viva en la que compartir momentos con los demás y en la que generar nuevas vivencias.
2. Fotos y recuerdos
A pesar de que soy muy partidaria de las viviendas con sólo lo imprescindible, he de reconocer que hay un puñado de recuerdos que pasan mi barrera minimalista sólo por la sensación de felicidad que me provocan. Es el caso del par de fotos que adornan mi salón o de la pequeña colección de bolas de nieve de los lugares donde he vivido (lo sé, muy kitsch). Nuestros recuerdos son el sedimento de nuestras vidas y, aunque es importante no aferrarse a un objeto que nunca podrá sustituirlos, es cierto que son la manera más sencilla de trasladar todo lo que somos a nuestro nuevo hogar.
3. Plantas
Desde aromáticas en la cocina hasta cactus en la ventana más soleada, las plantas hacen más acogedor cualquier rincón. No sólo son simple y llanamente bonitas, sino que purifican el aire y constituyen un elemento vivo al que dedicar una atención y cuidado especial cuando llegamos a casa.
4. Aficiones
Si lo tuyo es el dibujo, reserva un espacio para tus pinturas. Si lo que más te gusta es elaborar postres, haz lo propio en la cocina. Delimita zonas en tu vivienda para hacer lo que más te gusta, para crear e imaginar, y de esta manera llenarás tu casa de pequeños momentos de felicidad.
4. Objetos confortables
A nadie le apetece pasar tiempo en su casa si le parece incómoda. Unos cojines suaves, una alfombra de esas que te acarician los pies por la mañana, esa vela que huele tan bien o una buena manta harán que tu casa sea más cómoda y acogedora.
5. Orden y limpieza
Se acabó la sensación de vivir en un piso de estudiantes. Mantener nuestra vivienda limpia y ordenada es esencial para sentirnos a gusto en ella. Eso no quiere decir que tenga que estar impoluta todo el tiempo o que tengamos que convertirnos en freaks de la limpieza, pero sí significa que esos platos que llevan en el fregadero cuatro días no van a encontrar el camino hasta el armario solos. Y si, como yo, eres un imán natural para el desorden, seguro que te interesa este post sobre cómo mantener el orden en un espacio pequeño.
Puedes leer el resto de posts sobre vivir de alquiler aquí.
P.D. Y tú ¿cómo consigues hacer de tu casa de alquiler un hogar?
*Foto de portada: Unsplash
Natalia
octubre 16, 2016Hola! Por casualidad o causalidad descubrí tu post y en el momento justo de nuestras vidas….somos una familia de 5 más un hijo de cuatro patas! Por razones de trabajo debimos mudarnos seguido….hasta de país o región y en este momento decidimos decir basta. Ahora paramos la marcha en nuestra propia casa, la que teníamos para descansar en las vacaciones y resulta que nos queda pequeña…Así que la idea de vender y comprar algo más grande nos ilusionaba. …Un día sin más le dije a mi esposo que me parecía esclavizante meternos en el lio que representa vender y comprar para no sólo quedarnos sin ahorros, sino aun más terrible «adquirir una deuda» con el banco! !!! Y decidimos buscar con tranquilidad una casa amplia, cómoda y que nos supla las necesidades de esta etapa de vida. Así que …estamos muy tranquilos «esperando» (no buscando) la casita ideal …La que nos enamore y así, alquilar la propia y con algo más de dinero cubrir los gastos de la casa de alquiler. Por lo tanto, la idea de alquilar como uds plantean, no es tan loca. Y reflexionando más aún sobre el tema….a los jóvenes treintañeros les diría que no se vuelvan locos con este tema…ya que nunca es tarde para empezar, y una buena opción para no enjaularse en un trabajo que no disfrutan y un mutuo que les carcome el bolsillo seria comprar una casa a medida del bolsillo pero alquilarla por el valor de la cuota de la hipoteca. Y ser libres de igual manera si aparecieran oportunidades de trabajo mejores o en otros sitios. En fin…es una humilde opinión, podría estar equivocada…pero me pare e factible. Bueno, gracias por los tips y seguiré leyendo vuestro post. Es inspirador. Gracias!! Una argentina en Italia los saluda!!!
Alba
octubre 19, 2016Hola Natalia! Qué gusto leerte y descubrir vuestra historia. Muchísima suerte con la «búsqueda», o mejor dicho, la espera. Un abrazo fuerte!