El miércoles pasado os contaba mi firme propósito de vivir sin móvil e internet durante un fin de semana. Parecía fácil. Eran sólo dos días.
JA y otra vez JA. Mi yo de hace una semana no tenía ni idea de en lo que se metía. De verdad que pensé que iban a ser unos días de relax repletos de momentos especiales. Había pasado muchos fines de semana sin móvil ni internet en el pueblo, en el monte, en una casita rural…pero todavía no me había enfrentado a algo así en la ciudad.
Así que como el otro día os pedí que me contarais el resultado de vuestro fin de semana de desconexión, ahí va el mío:
VIERNES – El inicio
Es mi último día antes de desconectar así que aprovecho para cerrar flecos. Abro internet, programo el post del domingo, mando whatsapps para quedar, llamo para avisar de que no voy a estar disponible durante el fin de semana… Apago el ordenador. Desconecto el móvil. El show ha comenzado.
SÁBADO – 10.00h
Me despierto, desayuno y me pongo a leer en la cama un ratito. Lo del finde sin móvil ni internet está chupado, pienso orgullosa, ignorante de lo que pasaría después. RIIIIIIIIIING suena el móvil de mi chico (de ahora en adelante el malditoteléfono). Mi madre quiere hablar conmigo pero comunico. Tras mucho insistir me pongo (una madre es una madre) y le digo que estoy en pleno fin de semana de desconexión, que lo pone en el blog, que a ver si se pasa más a menudo. Me dice que eso está muy bien, pero que esto no cuenta, porque me está llamando ella a mí y además al móvil de otra persona. Y punto.
SÁBADO – 12.00h
Salimos a dar un paseíto y todo va bien hasta que suena el malditoteléfono: RIIIIIIIIIING. Es para mí. Me niego a contestar.
SÁBADO – 14.00h
Volvemos a casa y paramos a comprar prensa. Hay que estar informados y como no tengo internet no me queda otra que recurrir al viejo método de leer el periódico. Como buen caballero que es, mi acompañante cruza la avenida raudo y veloz para conseguirme algo que leer, mientras yo descubro un banquito al sol unos cuantos metros calle abajo. En un mundo con móviles esto sería una excelente idea, pero en un fin de semana de desconexión significa que media hora después volverás a casa sola, desangelada y pensando que tu pareja te ha abandonado para siempre… para encontrártelo a punto de llamar a la guardia civil para denunciar un secuestro por parte de una banda organizada.
SÁBADO – 16.00h
Viendo el peligro de salir a pasear por ahí decidimos quedarnos en casa. ¿Nos vemos una peli? Mala idea. No tenemos internet. Ni televisión, por cierto. ¿Y si miramos qué planes hay hoy en la ciudad? Espera que lo miro en el móv… Mejor hablamos.
SÁBADO – 20.00h
Seguimos hablando…
SÁBADO – 22.00h
y hablando…
SÁBADO – 24.00h
Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
DOMINGO – 10.00h
Quedar en el rastro sin móvil no es una buena idea. Así que mi caballero de la brillante armadura, ya sin pudor alguno, recurre al malditoteléfono.
DOMINGO – 12.00h
Domingo en el rastro. Mi mirada de susto se asemeja a la de un ciervatillo recién nacido. Temo alejarme del grupo y perderme entre la turba de cientos de personas hambrientas de una silla vintage así que me pego a mis amigos con móvil cual lapa cantábrica a su roca.
DOMINGO – 14.00h
Decido que el rastro no es una buena idea y vuelvo a casa. De camino compro una revista. Y el periódico. Pienso que si todo el mundo hiciera fines de semana de desconexión el grupo PRISA se iba a poner las botas.
DOMINGO – 16.00h
Leo la prensa.
DOMINGO – 18.00h
Con energías renovadas, me propongo hacer un bizcocho de chocolate…¡con nueces! Pena que en las 20 veces que haya hecho un bizcocho en mi vida ni una sola vez haya memorizado la receta pensando que siempre la encontraría en internet. Derrotada, me paso al salado e intento elaborar una coca casera con un libro de cocina que encuentro por ahí. No me sale mal.
DOMINGO – 20.00h
A punto de terminar el fin de semana me surgen extrañas preguntas en la cabeza que se quedan sin respuesta porque son de esas que sólo se solucionan con un vistazo a Google. ¿Dónde está exactamente Moldavia? ¿Qué tiempo hará en Canarias para que en la Gala Drag Queen vayan tan destapados?…
DOMINGO – 22.00h
Hablamos, y hablamos, y hablamos…Zzzzzzzzzzzzz
LUNES – 08.00h
Suena el despertador y lo primero que hago es abalanzarme sobre el móvil. Creo que hasta he asustado al pobre aparato. Con los ojos cerrados de sueño lo enciendo para ver unos cuantos mensajes, llamadas y mails. Nada importante. Pero vuelvo a ser una mujer segura, del siglo XXI, con móvil e internet para mirar mis chorradas cuando y donde yo decida. Una mujer a un smartphone pegada.
Mentiría si dijera que este fin de semana me ha servido para alejarme del ruido e invertir mis horas en algo más valioso que navegar sin rumbo fijo por la red. La pura verdad es que he pasado mucho más tiempo acordándome de que no tenía móvil y preocupándome por no perderme que relajándome y disfrutando de estar conscientemente desconectada.
Después de la experiencia he comprobado que todos nos hemos acostumbrado a estas tecnologías y a que el otro esté siempre disponible y las hemos convertido en nuestra manera casi única de comunicarnos. Parece obvio, pero lo es aún más cuando lo compruebas en tus propias carnes.
Sin embargo estos días también me han obligado a experimentar cosas que de otra manera no habría probado. Ir al rastro sin móvil es una que definitivamente desaconsejo, pero cocinar con un libro de recetas en la mano, pasarme una tarde leyendo la prensa o dedicarle un tiempo a no hacer otra cosa más que hablar ha valido mucho la pena.
¡Ah! y por si os habíais quedado con la duda, Moldavia está entre Ucrania y Rumanía y en Canarias rondan los 21 grados.
P.D. Y tú ¿has probado a desconectar este fin de semana? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
*Foto de portada: Unsplash
Wendy
febrero 3, 2016Jajajajajaajja debo decir que admiro tu sinceridad. Pero también te dire que después de pasar en Bélgica tres meses sin internet fuera de casa.. Volví a mi «vida normal» en Granada por Navidad y no conseguí entender como antes era capaz de andar y escribir por whatsapp antes… La verdad es que lo que más ne molesta de la eterna conexión es la obligación de estar siempre ON!
Alba
febrero 3, 2016Jajaja, Wendy créeme que me hubiera gustado escribir que fue un fin de semana de relajación total… Pero no ha sido así. Y sí, la obligación de estar disponible 24/7 es un incordio, pero parece ser que éste no es el método para acabar con ella. ¡Seguiremos investigando!
Maria
febrero 3, 2016Yo aprendí hace tiempo que las desconexiones las debo hacer por tardes, horas o los fines de semana en casa de mis padres. Para la generación siguiente ni siquiera esto será una opción. Un beso! Me gusta mucho tu blog
Alba
febrero 3, 2016¡Muchas gracias María! Voy a seguir tu ejemplo, la desconexión no hay que forzarla que se nos vuelve en contra 🙂 ¡Un abrazo!
Rosana
febrero 4, 2016Hola!
Estoy de acuerdo con Maria en que las desconexiones son mas efectivas ( y relajadas) cuando se hacen solo una tarde o una mañana…al final acabas haciendolo mas a menudo…y sin sufrir los inconvenientes ni tu ni quien te busque. 🙂
Lo que yo intento hacer es:
Conectar el internet del telefono unas horas despues de levantarme, no desde el minuto 1.
Cambiar el status de wassup a «sin conexion a internet» o algo similar,y desconectarlo,claro.
Apagar la conexion a internet a partir de la hora en la que me pongo a hacer la cena…hasta la mañana siguiente.
Si pretendo estar un dia entero desconectada, acumulo durante la semana revistas para leer, libros de la biblioteca ( tipo guia de viajes, de los que echas un vistazo en una tarde), recetas para hacer… Planeo un finde de visitas a galerias, museos, etc.
…aunque todo esto solo sirve en relacion a internet en el telefono…algo es algo! 😉
No se puede evitar que te llamen….aunque hoy en dia creo que las llamadas se agradecen mas que antes…lamentablemente, parece que ahora se recurre a ellas ya solo cuando hay una emergencia…:-)
un abrazo, felicidades por tu blog!!
Alba
febrero 4, 2016Hola Rosana, ¡muchas gracias por los truquillos! los pondré en práctica poco a poco en vez de intentar desconectar de golpe… y os contaré como me va 🙂